A 4,8Km de la frontera del Somport (ojo hablamos del paso fronterizo del puerto no del túnel) encontramos a la izquierda de la carretera una pista que nos conduce hasta la zona de parking de Sansanet, donde dejaremos el coche.
Desde la misma zona de aparcamiento, sale el sendero que nos adentra en el hayedo que nos conducirá en suave y sombría subida hasta la GR11 y esta a su vez al ibón de Estanés.
Dos puentes de madera, nos ayudarán a cruzar el barranco de Aspe adentrándonos en el Parc Nationale des Pyrénées en que por cierto un cartel nos anuncia que no pueden entrar perros, motos ni bicicletas. La senda está perfectamente marcada y no presenta dificultad para seguirla, salvo que es cuesta arriba claro. Si acaso, señalaremos que en un punto de la senda, justo después de una enorme piedra que hay en medio del camino y detrás de una haya con la marca roja sobre fondo blanco, desembocamos en una senda que durante unos instantes será un poco más ancha y en la que no vemos ninguna señal que nos indique si seguir a derecha o izquierda. No os preocupéis en este caso hay que aplicar la máxima montañera que dice "siempre el camino que va hacia arriba". Al poco de girar a la derecha siguiendo esta pista veremos marcas rojas sobre fondo blanco y un cartel amarillo en el que se nos indica lo que queda hasta el ibón de Estanés (Lac d'Estaens como dicen los franceses) así como también te indican que si te desvías un poco y te diriges hacia la casa del fondo, tienes la oportunidad de comprar queso.
En algunas partes del bosque de hayas y dependiendo de la época en la que realices la excursión, puedes llegar a encontrar tanta humedad que el suelo es barro y puedes resbalar un poco (sin graves consecuencias excepto para tu orgullo propio). Una vez que terminan las hayas entramos de nuevo en territorio español, en el que una pradera en suave ascenso nos conducirá hasta el ibón de Estanés. Aunque dicha pradera suele estar surcada por un riachuelo, es mejor que el agua la traigáis desde casa, pues en la pradera es fácil encontrar ovejas, carneros, caballos, vacas, sarrios, ... Vamos que si queréis beber, mejor tened a mano algún potente astringente.
En total, en todo el recorrido habremos empleado algo menos de la hora y media que nos anunciaban los carteles amarillos del inicio del recorrido y de resultas de nuestro esfuerzo para ascender los 450 metros de desnivel, nos encontraremos en un precioso ibón en el que poder almorzar o comer en compañía de caballos y pececitos.
Desde luego una vez que habéis llegado hasta allí haced un pequeño esfuerzo más y bordeando el ibón por la derecha, asomaros a ver el pico Acué y el valle que se forma a sus pies y desemboca en la salida/entrada del túnel ferroviario internacional del Somport en su parte francesa.