Esta etapa resultó más fácil de lo que pensábamos. Esperábamos un largo ascenso al puerto de Pajares, especialmente por acabar en La Robla, y no en Pola de Gordón. Sin embargo el ascenso por este lado es enormemente más fácil que por el otro. Obviamente es una cuesta continua, pero de baja pendiente. Si encuentras tu ritmo no tendrás dificultades. Después de los porblemas con el barro por las lluvias el día anterior, no nos atrevemos aún a pisar camino, al menos hasta que se seque todo un poco. No queremos volver a ser croquetas de barro.

Salimos de La Robla, un pueblo industrial con hermosas vistas a la central térmica y las montañas de carbón, siguiendo la carretera a la orilla del río Bernesga. (Al principio calle Ramón y Cajal). Un frío de cojones. Paramos ante la maravilla del puente, famoso ya en tiempos de Jovellanos, que hablaría de el. Alternamos tramos de la nacional con la antigua carretera cuando podemos. Pasamos Puente de Alba y llegamos a Peredilla que atravesamos paralelos a la nacional, a la cual regresamos para llegar a la Ermita del Buen Suceso. Muy intenso tráfico rodado, especial cuidado y atención.

Ante la situación del tráfico y la dificultad en seguir las flechas continuamos con cuidado por el arcén de la nacional desviándonos un poco del camino teórico.

Llegamos a Pola de Gordón, que aparece mucho más interesante que La robla, menos industrial. Nos ha costado muy poco llegar. Estamos frescos como una rosa, y preferimos seguir para no enfriarnos. Viendo el desnivel optamos por pillar el tramo recién arreglado de la carretera que circunvala Pola de Gordón y evitamos así perder altitud, para tener que volver a ganarla. Divisamos a nuestra izquierda todas las obras del ferrocarril; a nuestra derecha dejamos el camping.

A partir de aquí perdemos definitivamente las flechas y ya optamos por no dejar la nacional. Atravesaremos varios túneles, el peregrino debe estar atento ya que la mayoría de ellos se puede rodear evitándonos muchos problemas, pero el primero y el segundo tienes que cruzarlos... y en bici corres por tu vida.

Pasaremos Pola, Buinza, Villasimpliz, Villamanín, Villanueva de la Tercia Y Busdongo, donde ya no nos queda nada. En Villanueva de la Tercia hacemos un breve alto. Hay algún hostal nuevo en la carretera del que no teníamos conocimiento y nos hubiese venido bien para la planificación. La nacional y el Bernesga son una constante en nuestro ascenso.

Desde Busdongo falta la ultima parte del ascenso. Ahora algo más pronunciado, pasaremos Arbás del Puerto y por la N630 se culmina el Puerto de Pajares.

Aunque a ratos hemos visto alguna flecha amarilla suelta, y en teoría sigue a veces la nacional, no somos capaces de seguir el camino. Esperamos con ansia el Pajares para retomar el camino desde allí.

De Busdongo y Arbás del Puerto el ascenso es más fuerte y los postes para medir la altitud de la nieve nos acompañan. Hace su aparición la nieve en toda la extensión que alcanza la vista menos en la nacional, despejada por quitanieves. Cuando por fin llegamos al Puerto, Foto y sonrisa de campeones. Nos preocupa que a los lados de la carretera tengamos más de un metro de nieve. Nuestra idea de encontrar el camino y seguirlo es inviable. Ni lo vemos ni somos capaces de ir en bici por encima de un metro de nieve. El día despejado, y un fresco en lo alto que hiela a un oso polar.

Puerto de Pajares, abril 2007

Hemos completado la parte más alta y esperada de esta ruta. Ya sólo queda el tramo final. Psicológicamente es importante.

Puesto que la nieve no es nuestra amiga decidimos seguir por el arcén de la nacional 630. No nos gusta mucho por los camiones, además de que tiene un descenso del 17% de pendiente, que con la nieve de alrededor hace un frío que disfrutarían los pingüinos.

Empezamos el descenso y salimos rápidamente del arcén y circulamos como podemos por la nacional, la razón las "trampas para ciclistas" colocadas en el arcén. Para drenar el agua y la nieve hay cada pocos metros registros consistentes en grandes agujeros en el arcén con barras de hierro que las cruzan para evitar que las ruedas de camiones o coches caigan dentro... pero esas barras están puestas en la misma dirección de la carretera, con lo cual nuestras bicis caen dentro. Si las hubiesen colocado justo al revés no hubiese pasado nada. Después del primer susto descendemos con cuidado por la nacional. Algún camión pasa tan cerca que nos quita el frío de golpe.

Al poco disponemos a la derecha de la carretera de un pequeño bar restaurante estilo familiar. Pequeño pero paran los camioneros. Excelente elección. Almorzamos algo buenísimo, y sentimos que sea demasiado pronto para comer. Si pasas por aquí a la hora de comer te lo aconsejamos, merece la pena. Todo casero y de primera. La nieve a estas alturas ha desaparecido. Divisamos en el lado opuesto un camino de tierra descendente que intuimos debe ser el camino. Una lástima tener que ir por la nacional ante semejantes vista.

Seguimos el descenso pasando pueblos, hasta que a la altura de Puente de Fierro vemos que se cruza nuestro camino perdido. Aquí disponéis de la oportunidad de retomarlo. a nosotros a estas alturas preferimos no parar y aprovechar el rápido descenso hasta la hora de comer, nos planteamos comer en Campomames que según nuestras indicaciones se vuelven a juntar camino y carretera.

Hay que reconocer que Asturias es precioso. Lo único que empaña semejante sitio es la carretera. Está claro que por camino debe ser un disfrute completo.

Paramos para comer en un sitio a pie de carretera, justo antes de entrar al pueblo, a mano derecha. Lleno de gente. Se come bien. Disfrutamos de nuestra primera comida asturiana: potaje de fabes, escalopines, albóndigas... postre y café. El potaje nos sacan una cazuela entera para k nos pongamos lo que queramos... no dejamos nada en la cazuela. Casi me da hasta vergüenza. He dicho casi.

Estamos llenísimos, pero para llegar a Mieres y concluir la etapa queda poco. Salimos con las bicis y pasamos algún otro restaurante y entramos al pueblo. Vemos la autovía en un viaducto a nuestra izquierda, la nacional por donde vamos y según las indicaciones en medio del pueblo cruzamos la nacional y cogemos el camino.

El camino resulta ser la antigua nacional, que va en dirección a Pola de Lena, no tiene pérdida y es sencillo de recorrer, bastante llano. Los pocos repechos que hay son suaves, aunque después de semejante comilona todo nos cuesta.

Cuando llegamos a Pola de Lena tenemos que seguir por la calle por donde entramos todo recto. Parece que no tiene final esta localidad alargada, pero al final del pueblo una rotonda y buscamos la AS-242.

Esta carretera va paralela a la autovía "ruta de la plata", iremos en dirección a Ujo, hasta que pasemos la estación, a estas alturas podemos pasar a un camino arreglado que discurre paralelo al río. Es muy cómodo y agradable estar de nuevo fuera de la carretera. Ya no abandonaremos este camino, además desde Campomames tanto por la carretera como por aquí seguimos las conchas de peregrino que indican la ruta a Santiago. (A Oviedo en este caso).

Aquí se unen los caminos que vienen de los otros puertos por el valle de Aller, tanto si entras por san Isidro, como por Vegarada. En una visita posterior a esta zona (esta vez en coche) descubrí que bien hubiese merecido la pena ir por el valle de Aller o de Vegarada, son preciosos, tienen menos tráfico, y hay un sitio que hacen unos garbanzos con mejillones que son pecado mortal. Si alguna vez repito este tramo creo que iré como los del club ciclista gran canaria, por Vegarada.

En cuanto a nuestra ruta, seguimos el camino ciclista paralelo al río, que usa multitud de gente paseando, haciendo deporte... hasta que llegamos a Mieres. Estamos a punto de finalizar la etapa.

Dejaremos el camino al pasar por la estación de cercanías de Renfe, para pillar alguno de los puentes que cruzan hasta el otro lado, ya que Mieres está a nuestra derecha, y tenemos que pasar río y autovía. Desde el puente seguimos cualquiera de las calles anchas que nos introducen en la localidad hasta la iglesia parroquial, que está cerrada. Intentamos localizar al cura o alguien sin éxito. Finalmente decidimos pararnos y tomarnos unas sidriñas a nuestra salud. Ya no nos queda nada y la sensación de triunfo inunda nuestra mente... ahh no es el cansancio!

Desde la Iglesia parroquial, dejando los bares de sidras, seguimos la calle (es la calle que sale para pillar la antigua carretera a Oviedo, que será la salida del día siguiente) para llegar al poco al Hotel Mieres del Camino, de tres estrellas, nuevo, y muy acogedor. Nos guardan en las cocheras las bicis.

Es el momento de ducharnos y descansar. Después de eso recorremos el pueblo para conocerlo y sobre todo sus bares.

Para cenar nos pedimos unas pizzas al Telepizza que nos traen al Hotel. Es la primera vez que no cenamos de restaurante, pero hoy nos apetecía pizza. El cielo amenaza lluvia para el día siguiente, cosa que nos preocupa bastante, pero por el momento, cenamos y dormimos.

Para dormir en Mieres:

Hotel Mieres del Camino ***
Hostal Villa de Mieres **
Hostal Ayala *
Hotel Cenera **
Hotel Cardeo *
Apartamentos La Panoya 2 llaves
Pensión La Peña *

 

Perfil Etapa 12 La Robla Mieres